Leticia y el alimento en el que confía para nutrir a su familia

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Leticia conoció el lactoserum suizo Lebasi hace aproximadamente 20 años, y desde aquella ocasión en que un hombre le puso enfrente el bote del producto en la imprenta que tiene como negocio, lo consume y lo recomienda ampliamente.

En aquel entonces, cuenta, ella “consumía otro producto, otro nutriente. Este señor llegó a mi negocio y me dijo que Lebasi era lo mejor del mundo y yo lo decidí probar. En ese tiempo, a mí me aparecía una especie de rosácea en la piel por el estrés del trabajo y la tensión. Cuando empecé a tomar, vi cómo la rosácea de mi cara ya no aparecía. Dije: esto sí es bueno”.

Leticia se considera ya una consumidora permanente del lactoserum suizo. Cuenta que hasta en momentos en los que se encuentra mal por situaciones complicadas o estresantes, Lebasi la sigue nutriendo, pues no deja de consumirlo aunque ningún otro alimento entre a su estómago.

Por esto, no es raro que haya confiado en él para que nutra a toda su familia y sus seres queridos. “Mis hijos, que ya son mayores, vienen por sus botes cada mes y se lo toman. Algunos de ellos sí me dicen que se sienten con mucha energía. También algunos de mis conocidos y amigos lo consumen”.

Ella también está capacitada para recomendar y distribuir el producto, aunque comenta que por el momento no se encuentra enfocada en el desarrollo del negocio, porque en realidad lo que más le intereso de Lebasi fue el hecho de que ayuda a mejorar la salud de las personas.

“El éxito en la salud es lo más valioso”.

Sin embargo, dice que no pierde la oportunidad de recomendar el consumo de Lebasi, ya que ella ha visto cómo es que el producto verdaderamente nutre y hace que mejore la calidad de vida de la gente.

“Mi hermano tenía retención de líquidos y diabetes. Un día mi cuñada llegó llorando porque mi hermano no se encontraba muy bien. Yo agarré el bote de Lebasi y se lo mandé. A los tres días vino mi hermano para decirme: De eso que me mandaste quiero más, quiero distribuirlo, quiero venderlo; pero no quiero que me des un bote, sino una caja, porque eso que me diste es muy bueno. Mi hermano se mejoró mucho, tenía mucha retención de líquidos, tanto que ya sus pies no le cabían en los zapatos. Nuestro querido polvito de Lebasi le ayudó con ese problema”.

“También recuerdo a una señora que tenía carnosidades en sus ojos, como no podía pagar la operación, se comenzó a poner Lebasi en los ojos. Humedecía un trapito con Lebasi y agua, y se lo pasaba por los ojos 3 o 4 veces. En unos meses, visitó al doctor y le dijo que ya no era necesaria la operación”.

Esos beneficios a la salud que Leticia ha sentido y de los que ha sido testigo, son lo que la ha movido a hacer algunas campañas en el municipio de Doctor Arroyo, pues para ella es muy satisfactorio compartir este alimento natural con la gente y explicarles las virtudes que tiene.

“Yo siempre que puedo lo recomiendo, y no por vender, sino para que la gente tenga una mejor salud y se nutra. Algo muy triste que sucede es que hay mucha gente que pone resistencia porque en México no se tiene la cultura de la prevención, sino de la corrección: hasta que uno está enfermo anda buscando qué tomar”.

Pese a eso, Leticia está convencida de seguir tomando Lebasi por siempre. “Es un alimento que refuerza nuestro sistema inmunológico, que ayuda a limpiar nuestro organismo cuando lo empezamos a tomar, nos da más energía, más tranquilidad… En fin, ayuda a todo nuestro cuerpo”.

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