En junio de este año, Yolanda, de 68 años, y su esposo Javier, de 73, se contagiaron de coronavirus. Mientras que ella permaneció en casa porque la enfermedad no le dio tan grave, su marido tuvo que ser internado en el hospital de La Raza.
“Mi caso fue muy leve, pero mi esposo sí se internó, duró 15 días en La Raza. A mí no me daba hambre, no me sabía la comida y de dio tenperatura de hasta 37.5, pero a mi esposo le llegó a aumentar hasta 40. Cuando estaba en el hospital, le daban inyecciones en el estómago de anticoagulantes”.
Yolanda cree que su caso fue menos grave porque tenía un sistema inmunológico fortalecido, uno de los beneficios que brinda el lactoserum suizo Lebasi, el cual consume desde 2008.
Ella cuenta que se lo recomendaron a raíz de un problema de salud que padecía: fibrosis pulmonar. En esa época, tomaba diversos medicamentos, no tenía nada de fuerza, arrastraba los pies para caminar y, lo peor, los médicos sólo le daban una esperanza de vida de 2 a 3 años.
“Me decían que me hiciera mis estudios, pero yo ya no quería, porque pues ya para qué, si me estaban diciendo que en unos años ya me iba a morir. Lebasi me lo recomendaron y por una de mis nietas lo tomé”.
Si bien los cambios no fueron inmediatos, paulatinamente Yolanda comenzó a sentirse mejor.
“Yo no tenía fuerzas ni para alzar mi mano, no podía caminar, yo me sentía mal. Cuando tomé el producto de Lebasi, me sorprendí porque me dieron ganas de hacer mis cosas otra vez. Me empecé a sentir mejor, con energía, mejoró mi oxigenación y mis doctores me quitaron medicamentos; también ellos se sorprendieron. Y mire, aquí sigo a pesar de que me habían dicho que no pasaba de unos años”.
Al ver los resultados, Yolanda no dejó de consumir el producto y se convirtió en empresaria para recomendarlo, porque la gente vio que ella se encontraba mejor y comenzó a interesarse por el producto.
A pesar de eso, su esposo no lo tomaba; pero tras haber enfrentado el covid-19 y salir del hospital , Yolanda decidió dárselo para que le ayudara a recuperarse, pues aunque ya no tenía la enfermedad, su esposo no regresó en las mejores condiciones.
“Bajó muchísimo de peso, llegó muy flaquito a la casa, casi que se agarraba de las paredes para poder caminar y se le quitó el hambre. Yo se lo di y de todo eso se recuperó más rápido. Tuvo más energía y más fuerzas, ya le dieron ganas de comer, recuperó su peso. Desde ese día, ya no deja el Lebasi, se levanta en la mañana y es lo primero que pide”, dice la señora Yolanda y ríe.
En su caso, “a los 8 días ya no me sentía enferma. Yo aumenté la dosis de Lebasi: antes de covid, tomaba dos cucharadas diarias, una en la mañana y una en la noche; cuando medio coronavirus, tomé de 3 a 4 cucharadas diarias”.
Ahora, toda su familia toma Lebasi y no duda en recomendarlo:
“Que la gente lo tome para que se sientan bien y se protejan, les sube mucho el sistema inmune y les da mucha energía, los protege. Como le dije a toda mi gente cuando pasó lo de mi esposo: Todos van a tomar Lebasi, para que todos se protejan; y ya a nadie le dio covid”.
La experiencia de Yolanda y su marido tiene el respaldo de la neumóloga que atendió a Javier en el hospital, médica a la que conocieron primero en el ámbito particular.
“Nos dijo que era muy bueno este alimento, se sorprendió por la pronta recuperación de mi esposo y nos recomendó que lo siguiéramos tomando. Y es que en la calle donde estamos nosotros ya fallecieron personas por covid; incluso cuando vino la ambulancia por mi esposo, ya los vecinos me preguntaban y esperaban que ya no regresara… porque la gente se iba y ya no regresaban”.
Si quieres conocer más sobre Lebasi o ser una empresaria como Yolanda, ponte en contacto:
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