5 datos para comprender más el Síndrome de Asperger

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Desde 2007, se celebra el 18 de febrero el Día Internacional del Síndrome de Asperger, cuyo objetivo es sensibilizar a la sociedad acerca de este trastorno y visibilizar las necesidades de quienes han sido diagnosticados con él.

Actualmente, el Síndrome de Asperger (trastorno del neurodesarrollo) es clasificado como parte de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) y se caracteriza por la presencia de dificultades en la comunicación social y la flexibilidad de pensamiento y comportamiento, aunque el lenguaje es fluido y la capacidad intelectual es media e incluso superior a la media de la población.

Para que conozcas más acerca del Síndrome de Asperger, te dejamos 5 datos sobre él, los cuales son compartidos por el National Institute of Neurological Disorders and Stroke.

¿Por qué se llama síndrome de Asperger?

Por el médico que hizo las primeras observaciones acerca del síndrome. El pediatra austriaco Hans Asperger observó a 4 niños en su práctica que tenían dificultad para integrarse socialmente. Aunque su inteligencia parecía normal, los infantes carecían de habilidades no verbales de comunicación, no podían demostrar empatía, eran torpes físicamente y mostraban un interés absorbente en un solo tema. El doctor llamó a la afección “psicopatía autista” y la describió como un trastorno de la personalidad marcado por el aislamiento social.

Estas observaciones se conocieron ampliamente hasta 1981, cuando la médico inglesa Lorna Wing publicó una serie de estudios de casos de niños que mostraban síntomas similares, lo que llamó síndrome de “Asperger”.

¿Cuáles son los síntomas o signos de este trastorno?

  • Dificultades para comprender y utilizar las claves de la comunicación no verbal (gestos, expresiones faciales, tono de voz, etc.) y los mensajes sutiles que se transmiten a través de este canal.
  • Uso formal del lenguaje aunque en ocasiones puede parecer demasiado preciso para la situación.
  • Excesiva literalidad en la comprensión del lenguaje, por lo que hay dificultades para entender el sarcasmo, la ironía, los chistes, las metáforas y el doble sentido.
  • Preferencia y fidelidad por las rutinas que, en ocasiones, se siguen de manera rígida y repetitiva.
  • Intereses concretos, limitados y muy específicos en un objeto o un tema, que a veces se vuelven obsesivos. La persona puede acumular mucha información y dedicar mucho tiempo a eso que le interesa.

¿Existe tratamiento?

El síndrome de Asperger no es una enfermedad, sino un trastorno del neurodesarrollo, que afecta a cómo se desarrolla y configura el sistema nervioso de manera prenatal, y al funcionamiento cerebral. Por lo tanto, hasta ahora no existe un tratamiento que lo pueda prevenir, curar o revertir.

Sin embargo, existen sistemas de apoyo e intervenciones que han dado resultados efectivos y que están recomendados en el mundo. Tienen un carácter psicoeducativo y están enfocados a mejorar la calidad de vida de la persona, a potenciar sus puntos fuertes y a favorecer al máximo sus oportunidades de inclusión y participación en la sociedad.

Se recomienda que estas intervenciones se den a edades tempranas y tengan continuidad a lo largo de la vida.

¿Cómo puedes ayudar a una persona con Síndrome de Asperger?

Estas recomendaciones son hechas por la Confederación Autismo España:

  • Reflexiona sobre los desafíos sociales que afrontas diariamente y trata de ponerte en los zapatos de alguien que no los comprende ni sabe cómo afrontarlos.
  • Busca empatizar con su experiencia y procura comprenderla, aunque a veces sea muy distinta a lo “convencional”.
  • Interésate por conocer bien a la persona: sus gustos e intereses, sus fortalezas y debilidades, lo que es importante para ella.
  • Será necesario que hagas explícitos algunos conceptos que para la mayor parte de las personas son obvios, especialmente aquellos relacionados con lo social.
  • Utiliza un lenguaje directo y concreto, sin dobles sentidos. Esto hará que la comunicación sea más sencilla y satisfactoria para la persona.
  • Comprende que sus comportamientos no son caprichosos o intencionados. Reflejan una manera distinta de comprender y desenvolverse en el mundo.
  • Comprende la importancia de sus rutinas y “rigideces”. Son elementos que les proporcionan seguridad. Puedes ayudar a flexibilizarlas sin imponer tu manera de ver las cosas.
  • Pregúntale cuál es la mejor manera de apoyarle. La persona te sabrá explicar cómo prefiere que le ayudes. 

¿Por qué suele confundirse con el autismo?

Porque el Síndrome de Asperger comparte las características nucleares del autismo. La persona con Asperger tiene dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento, algo que también sucede con los individuos diagnosticados con autismo.

Sin embargo, sí hay diferencias, las cuales se dan en aspectos relacionados con el nivel de desarrollo del lenguaje y la asociación o no a discapacidad intelectual. En el síndrome de Asperger, el lenguaje es fluido y la capacidad intelectual puede situarse en la media de la población e incluso ser superior.

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