Desgraciadamente, las náuseas en el embarazo sólo se controlan, puesto
que son parte de los cambios normales que atraviesa tu cuerpo y los primeros síntomas del dicho estado, que son causados por ciertas hormonas, como la gonadotrofina coriónica, que se dispara en las primeras semanas de gestación, y la progesterona, cuyos altos niveles relajan los músculos y desaceleran el proceso digestivo.
El lado positivo es que existen muchos remedios al alcance de tu mano para aliviar estas molestias. Aquí te compartimos algunos:
Come con frecuencia y en pequeñas cantidades
Olvídate de las tres comidas al día: cinco tiempos de comida pequeños son más efectivos. En el embarazo, el hambre puede causarte náuseas también.
Ten bocadillos a la mano
Durante el embarazo, sueles producir más saliva, lo que con frecuencia precede a las náuseas. Este síntoma lo puedes combatir con bocadillos, en especial los que contienen proteína o carbohidratos, como las galletas de avena, pan tostado, cereal seco, palomitas de maíz sin mantequilla, papas tostadas o nueces.
Dieta blanda
Opta por comidas blandas que tu estómago pueda digerir con facilidad. Puedes incorporar frutas, verduras, carnes y harinas en puré o cocidas. Eso sí, ten cuidado de no descuidar tu nutrición.
Consume Lebasi en licuados con fruta fresca
El consumir lactoserum suizo Lebasi te ayudará a que las pérdidas de nutrientes por el vómito no sean tan descompensatorias; además de que es un excelente controlador de los cambios hormonales, por lo que disminuye el origen de los ascos y las ganas de vomitar.
Licua Lebasi con frutas frescas, lo que que te ayudará a darle un excelente sabor.
Evita los sabores y olores fuertes
En el embarazo todos tus sentidos están más sensibles, y tanto aromas como sabores pueden activar las náuseas. Evita las comidas muy condimentadas, fritas, picantes o ácidas, que tu estómago o tu nariz puedan resentir.
Toma mucha agua
Además de prevenir la deshidratación, el agua fría refresca tu garganta, que
puede estar irritada por las náuseas y los ácidos estomacales. Si te cuesta tomarla, intenta comer pedacitos de hielo o agregarle sabor.
Distráete
Aunque es claro que las náuseas en el embarazo no son una afección psicológica, lo cierto es que enfocarte en lo mal que te sientes las empeora. Trata de mantener tu mente ocupada en otras actividades y cambiar de ambiente con frecuencia.
Toma aire fresco
El aire fresco es un remedio efectivo para cualquier mareo. Abre las ventanas o sal a caminar y respira profundo. Esto también es una técnica de relajación que no está de más practicar durante el embarazo.
Descansa
Tu cuerpo manifiesta su disconformidad por el cansancio con mareos y náuseas. Si tu horario lo permite, toma una siesta o procura dormir lo suficiente en la noche.
Tómate también tu tiempo para levantarte en las mañanas. Hazlo de forma paulatina y relajada.
Evita los movimientos súbitos
Tómate tu tiempo para caminar, levantarte o darte vuelta. Aún si sólo estás viendo la televisión o la computadora, la acción de las imágenes o la forma casi inadvertida en que se refresca tu pantalla son suficientes para activar tus náuseas. Si tu trabajo requiere que veas un monitor todo el día, haz la letra lo más grande que puedas y descansa la vista de vez en cuando.
Toma el asiento del conductor
El viaje en auto puede activar tu malestar, en especial si incluye vueltas,
semáforos, tráfico y calor. Pero cuando tú conduces, te enfocas mejor y controlas los movimientos.
Lávate los dientes
El aliento fresco y la menta de la pasta dental pueden aliviar las náuseas. Y aun si no funciona, asegúrate de lavarte los dientes después de vomitar para protegerlos, pues los ácidos pueden debilitar el esmalte dental.
Identifica los detonantes
Para algunas mujeres, las náuseas atacan en cualquier momento y sin razón alguna. Para otras, las causas son los olores, lugares, sabores o tiempos del día. Cada vez que te sientas mal piensa en qué hiciste, dónde estabas o qué comiste. Si identificas los detonantes, puedes evitarlos y prevenir las náuseas.

