Ya sabes que para tener una vida saludable es necesario llevar una alimentación variada y rica en nutrientes, pero cómo es que se logra este objetivo. Simplemente poniendo en práctica ciertos hábitos para tener una alimentación saludable.
Quizá algunos te parezcan más sencillos que otros, pero la idea es que desde hoy comiences a implementarnos en tu día a día, para que pronto se hagan parte de tu rutina y hasta sea bastante normal para ti llevarlos a cabo.
Controla las porciones
Cada persona tiene diferentes requerimientos de calorías y nutrientes, por lo que es de suma importancia consumir las porciones adaptadas a sus características.
Consume frutas y vegetales
Quizá ésta sea la recomendación más trillada, pero es que es esencial en cuanto a alimentación sana. Lo que se sugiere es comer 5 porciones de frutas y verduras al día, aunque consumir un número mayor a éstas no está restringido.
Si de plano te cuesta mucho trabajo comer todos estos alimentos sanos, ve introduciéndolos a tu dieta gradualmente, hasta que te acostumbres a tenerlos en tu plato todos los días.
Bebe agua
Si tu alimentación no contiene suficientes frutas y verduras, que son los alimentos que aportan agua, será necesario que aumentes tu consumo de agua pura o de infusiones. Evita lo más que puedas las bebidas enlatadas, azucaradas y con gas, así como la cafeína, el alcohol, etcétera.
Mantenerte hidratado es importante porque no sólo te ayuda a tener una función renal adecuada, sino que también te ayuda a tener una alimentación más saludable, porque a veces el cerebro confunde el hambre con la sed, lo que puede hacer que comas en exceso.
Come despacio y mastica bien los alimentos
Además de que podrás saborear más las comidas, esto te ayudará a mejorar la digestión y a saciarte más rápido con menor cantidad de comida.
Toma alimentos ricos en fibra
Esto ayuda a regular la función intestinal, mejorar los niveles de colesterol, controlar el peso, entre otras.
No abuses de los alimentos fritos, embutidos y chatarra
La comida chatarra no aporta la calidad de nutrientes necesarios para una buena salud e incrementan el riesgo de padecer diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares…
Los alimentos fritos y embutidos tienen un alto contenido de grasas saturadas, lo que puede contribuir a un incremento de los niveles de colesterol malo.
Ponle menos sal a tu comida
No está mal que pongas una pizca de sal a lo que comes, el problema comienza cuando ya lo haces en exceso: ni siquiera has probado tu plato y ya estás tomando el salero de la mesa. El tener una ingesta alta de sal contribuye a desarrollar hipertensión, enfermedades renales y enfermedades del corazón.
Antes de ponerle más sal a tu platillo, mejor trata de condimentarlos con hierbas frescas o secas, como: orégano, tomillo, albahaca, cebollino, perejil… que ayudan al proceso digestivo y no tienen efectos colaterales.
Reduce el consumo de azúcar, miel y dulces
Trata de que como mucho constituyan un 5% de tu alimentación diaria. Cuando tengas de deseos de comer algún dulce, reemplázalo por alguna fruta o dátil. Siempre trata de tener alimentos saludable a la mano, antes que golosinas.
Agrega a tu dieta lactoserum suizo Lebasi
Es un alimento 100% natural, cuyos 41 nutrientes optimizan el funcionamiento del organismo y fortalecen el sistema inmunológico. Prácticamente cualquier persona puede consumirlo, desde un bebé de tres meses hasta adultos mayores, sin importar su estado de salud.
