La diabetes es una enfermedad causada por una alteración del páncreas, en la que la insulina no se produce de la manera correcta o en la cantidad suficiente. Esto ocasiona que la glucosa del cuerpo no se asimile o metabolice adecuadamente, lo cual termina afectando órganos como los ojos, los riñones, la piel, los nervios… en fin, hay un desequilibrio a nivel general en el organismo.
En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018-2019), el 10.3% de la población padece diabetes (8.6 millones de personas).
Y aunque es una enfermedad que no tiene cura, con los cuidados correctos (como lo es una buena alimentación, hacer ejercicio y llevar la medicación adecuada) la persona que la padece puede tener una buena calidad de vida.
Aquí te compartimos los hábitos que harán que tu glucosa esté controlada y, con ello, la diabetes no derive en problemas más graves.
Elimina el azúcar
Y con esto no sólo debes tener en cuenta el azúcar que agregas al café, los dulces o el pan. Debes poner más atención a las etiquetas de todos los productos que consumes, pues existen algunos que no saben a azúcar, pero sí la contienen y en grandes cantidades. Por ejemplo, la catsup y otros aderezos. Así que fíjate que en las etiquetas diga que no tienen azúcares añadidos.
Ten cuidado con los productos light
Esto va muy asociado al primer consejo, pues existen productos light que pueden contener niveles de azúcar no aptos para un diabético, ya que a pesar de haber bajado la proporción de azúcar, ésta puede seguir siendo demasiado elevada. Así que, nuevamente, revisa las etiquetas.
Elige con atención tus carbohidratos
Los carbohidratos se transforman en azúcar, así que debes saber elegir cuáles consumirás. Trata que sean carbohidratos integrales (como la avena), porque estos entran muchos más lento a la sangre. Te dan energía controlada, porque van poco a poco soltando los azúcares para que el cuerpo esté bien.
Cuida las frutas que comes
Las frutas son muy buenas, tienen una gran cantidad de nutrientes; pero hay algunas que tienen un alto contenido de fructosa (eso que les da su sabor dulce y que es un tipo de azúcar).
Si eres diabético, puedes comer todas las frutas, siempre y cuando tus niveles de glucosa estén regulados. Si no es así, debes evitar el mango, el plátano, la sandía, el melón, las uvas, que son frutas muy dulces. Mejor opta por manzanas, peras, guayabas, las cuales que no te aportarán grandes cantidades de azúcar.
Consume más verduras
Los vegetales casi no contienen azúcar. Son contados los que sí la tienen como la zanahoria o el betabel; pero aun así, la cantidad es mucho menor que la contenida en las frutas.
Consume preferentemente vegetales de color verde intenso porque te van a dar una buena cantidad de hierro, que estimulará tu circulación sanguínea.
Agrega Lebasi a tu dieta
Es un alimento natural, suizo y con 41 nutrientes, entre los cuales destacan 6 proteínas que son iguales a las contenidas en el calostro materno. No tiene azúcar añadida, por lo que es ideal para los diabéticos: protege sus tejidos, sus articulaciones y ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre.
Consúmelo diariamente para tener más energía, fortalecer tu sistema inmunológico y a que esta enfermedad crónico degenerativa no te golpee órganos clave como el corazón, los ojos y la piel. A su consumo constante, le debe acompañar una buena alimentación, actividad física y un estado de ánimo positivo.
Conserva la insulina adecuadamente
Guarda la insulina en la nevera a una temperatura de entre 4 grados centígrados y 8 grados centígrados mientras que no la utilices, de este modo, permanecerá en buen estado hasta la fecha de caducidad del envase.
No se debe almacenar en el congelador, ya que a temperaturas inferiores a 2 grados centígrados pierde su acción. Tampoco debe exponerse a la luz ni al calor.
