Qué comer y qué no durante la lactancia

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Una de las maravillas de la leche materna es que puede cubrir las necesidades alimenticias de tu bebé aunque tú no estés alimentándote bien; sin embargo, una dieta muy baja en calorías o que haga énfasis en el consumo de un solo grupo de alimentos (excluyendo otros) puede disminuir la cantidad y calidad de tu leche.

Además, el que tus deficiencias alimentarias no afecten al bebé no significa que tú no sufras. Cuando no obtienes las vitaminas y nutrientes suficientes a través de la comida, tu cuerpo las elabora a partir de tus propias reservas, que se pueden agotar con el tiempo. A esto, suma que necesitas mantener una dieta saludable que te dé la energía que necesitas para cumplir con las exigencias de tu vida diaria.

Por esto, muchas mujeres se preguntan si deben seguir una dieta especial durante la lactancia. Probablemente no necesites hacer grandes cambios en lo que comes o bebes durante este periodo, pero sí debes tener en cuenta algunos consejos.

No cuentes las calorías

Cada caso es diferente, pero la mayoría de las mujeres que dan pecho necesitan unas 500 calorías más que las mujeres que no lo hacen. Esto quiere decir que deben consumir entre 2000 y 2500 calorías cada día.

Así que no te preocupes por contar las calorías que consumes, es mejor que te bases en el hambre que tienes para decidir cuánto vas a comer. La cantidad exacta de calorías que necesitas dependerá de ciertos factores tales como tu peso actual, tu grado de actividad y la frecuencia con que amamantas a tu bebé. Si te preocupa demasiado tu peso, habla con tu médico.

Incluye una variedad de alimentos saludables en tu dieta

La variedad y el equilibrio son factores claves para una dieta saludable durante la lactancia. Una dieta equilibrada (una mezcla de carbohidratos, proteínas y grasas en las comidas) te hará sentir satisfecha por más tiempo y te proveerá los nutrientes necesarios. Por ejemplo, los granos y cereales integrales, así como las frutas y los vegetales frescos, son más nutritivos que los alimentos procesados y te aportan energía más duradera.

También es importante elegir alimentos de todos los grupos para obtener un buen equilibrio de las vitaminas que tú y tu bebé necesitan. Es decir, haz tu dieta variada e intenta comer hoy algo que no comiste ayer.

Elige grasas saludables

Cuando se trata de grasas, las mejores son las monoinsaturadas y las poliinsaturadas. Algunas de las fuentes de estas grasas saludables incluyen el aceite de canola, aceite de oliva, pescados grasos como el salmón, aguacate, aceitunas, nueces y semillas.

Limita el consumo de grasas saturadas y evita las grasas trans, ambas se consideran perjudiciales para la salud. Las grasas saturadas se encuentran en la carne con grasa, la leche entera, la mantequilla, la manteca de cerdo, así como en los aceites tropicales (palma y coco).

Evita los contaminantes tanto como puedas

En la lactancia, es buena idea tratar de minimizar tu exposición a contaminantes a través de la comida (y también en el medio ambiente). Los pesticidas, insecticidas y otros químicos que podrías ingerir llegan a la leche materna.

Estas son algunas formas de limitar tu exposición:

  • Come alimentos variados.
  • Infórmate sobre qué frutas y vegetales contienen más pesticidas y elige opciones orgánicas.
  • Lava frutas y vegetales bien, o mejor aún, pélalos.
  • Compra alimentos de temporada en tu región, de productores locales, siempre que puedas.
  • Elige carnes magras y quita la piel y grasa extra antes de cocinar.
  • Bebe agua filtrada.

Come pescado

Es importante consumir una variedad de fuentes de proteína cuando estás
amamantando, incluyendo el pescado.

Algunos pescados (particularmente los pescados de aguas frías) contienen
ácidos grasos de la vitamina Omega-3 y ácido eicosapentaenoico,
los cuales son importantes para el desarrollo del cerebro, ojos y sistema nervioso de tu bebé durante su primer año de vida.

Abstente de tomar alcohol o tómalo con precaución

Si calculas bien el tiempo, una bebida ocasional posiblemente no afectará; sin embargo es aconsejable no tomar alcohol durante la lactancia.

El alcohol que consume la madre llega a la leche materna y puede dañar o irritar al bebé. Una sola bebida alcohólica, por ejemplo, puede inhibir el reflejo de expulsión de la leche de la madre.

Si piensas disfrutar de una bebida ocasional o si vas a tomar más de un trago, recuerda que tu cuerpo tarda de dos a tres horas en eliminar el alcohol de una cerveza o un vaso de vino. El tiempo específico dependerá de tu talla y la cantidad de alcohol que tomes.

Bebe mucha agua y limita la cafeína

Cuando amamantas, tu cuerpo necesita mucho líquido, pero no es necesario que lleves un récord de la cantidad de líquidos que consumes al día. Una regla general suele ser beber siempre que tengas sed.

Y sobre las bebidas líquidos, está bien que te tomes una taza de café por las
mañanas, pero procura hacerlo con moderación.
Una pequeña cantidad de cafeína terminará en tu leche y es posible que se acumule en el sistema de tu bebé, ya que no la puede digerir muy bien ni evacuarla.

Continúa tomando vitaminas por medio de Lebasi

Muchos profesionales de la salud recomiendan continuar durante la lactancia con un buen consumo de nutrientes. Por sus 41 nutrientes y su facilidad de ser aprovechado por el cuerpo, Lebasi es un alimento natural que no puede faltar en la alacena de cualquier mujer, principalmente de aquellas que se encuentran lactando.

Lebasi será un gran aliado en la aportación de los nutrientes que necesitan tú y tu bebé.

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