Artritis reumatoide: qué comer para disminuir la inflamación

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Por Mónica Franco Díaz, nutrióloga

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y degenerativa que se caracteriza por provocar inflamación en la membrana sinovial (membrana que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones.

La inflamación de esta membrana es la responsable del dolor, la hinchazón claramente visible y la sensación de rigidez que los pacientes pueden sentir por las mañanas.

La enfermedad afecta con más virulencia a unas articulaciones que a otras, y hay algunas que nunca se alteran. Así, las más afectadas son las muñecas, los dedos de las manos y de los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos.

Este padecimiento afecta principalmente a las mujeres y suele aparecer en torno a los 40 y 45 años; sin embargo, también los niños y los ancianos pueden padecerla.

Nutrición y artritis

Los individuos con artritis reumatoide pueden controlar sus síntomas mediante la alimentación: varios estudios demuestran una conexión entre ciertos alimentos y la inflamación que caracteriza este trastorno autoinmunológico.

Lo mejor para quienes tienen artritis reumatoide es una dieta balanceada que, según la FDA, debe basarse en una alimentación de origen vegetal. Fundamentalmente debe incluir frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.

  • Legumbres (frijoles, garbanzos, habas, lentejas, soya)
  • Cereales integrales (arroz, semillas de todo tipo, maíz, avena, centeno, cebada, quínoa)
  • Verduras (raíces, como la yuca; tubérculos, como la papa; bulbos, como la cebolla; tallos, como el espárrago; brotes o germinados como la alfalfa; hojas como las espinacas y flores como el brócoli)
  • Frutas (frescas o deshidratadas como las pasas y orejones, frutos secos como las nueces, las almendras, los pistaches).

Su dieta debe contener proteína de fácil absorción y digestión: soya, maíz, frutos secos, legumbres, semillas, Lebasi.

También, entre los alimentos que pueden añadir están los que cuentan con propiedades antiinflamatorias, como la linaza, que lubrica las articulaciones y disminuye el dolor de las mismas. Lo mejor es consumirla en polvo para aprovechar sus beneficios, que incluyen la presencia de ácidos grasos omega-3 (agentes antiinflamatorios).

Hay que tener en cuenta que la semilla de linaza es un laxante natural, así que se debe ser cuidadoso y tomar mucho líquido. Su fibra puede impedir la absorción de algunos medicamentos. Además, actúa como anticoagulante, así que se debe tener precaución cuando tome medicamentos de este tipo (antes de añadirla a su dieta, consulte a su médico).

Otra recomendación dietética es el aumento de la ingesta de fibra derivada de frutas, verduras y cereales integrales, lo cual también ayuda a disminuir la inflamación. Las fresas, sean frescas o congeladas, parecen ser de las mejores opciones para obtener este beneficio.

El aceite de oliva extra virgen también ayuda a reducir la inflamación, pues contiene una sustancia llamada oleocantal, que inhibe las enzimas responsables de la inflamación.

Lebasi también es un alimento que apoya mucho en esta enfermedad.

Se ha descubierto que las personas con artritis reumatoide presentan niveles bajos de selenio, mineral que se encuentra en productos integrales (además de la semilla de ajonjolí y el ajo), así como en el lactoserum suizo Lebasi. El selenio actúa como antioxidante para el organismo.

Asimismo, el calcio de Lebasi ayuda a la protección contra el desgaste de huesos y ayuda a regular el sistema inmunológico.

Como resultado del tratamiento de artritis infantil algunos niños carecen de ciertos minerales y vitaminas. Las deficiencias más comunes son las de ácido fólico, vitaminas C, D, B6, B12 y E, calcio, magnesio, selenio y zinc. Todos estos nutrimentos están contenidos en Lebasi y ayudan a tener una buena salud en las articulaciones.

Lo recomendable es tomar 6 cucharadas soperas de Lebasi a diario: 2 después del desayuno, 2 después de la comida y 2 después de la cena.

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