El calostro es el primer tipo de leche materna que una mujer produce tras dar a luz; es un fluido espeso y amarillento. El lactoserum suizo Lebasi es el alimento que se produce al momento de que la leche de vaca se transforma en queso; el suero de leche es líquido, pero mediante un proceso se convierte en el polvo contenido en cada envase.
¿Cómo es que se puede decir que estos dos productos son similares (no iguales)? Bueno, primeramente porque, pese a las diferencias que entre ellos existen, ambos contienen todo el poder para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la función gástrica.
Su contenido nutricio es muy similar, ya que ambos tienen las mismas 6 proteínas: inmunoglobulinas, lactoferrina, sueroalbumina, lactoalbumina, alfaglobulina y betaglobulina, las cuales son las encargadas de la línea de defensa del organismo, ya que atacan a cualquier virus o bacteria que entre.
Así que, este alimento juega en un adulto el mismo papel que el calostro materno en un bebé.
Y aunque tienen en común estos nutrientes, también hay aspectos en los que no coinciden. Uno de ellos es la grasa: mientras que el calostro registra elevadas cantidades de grasa (porque es lo que necesitan los recién nacidos), el lactoserum suizo apenas tiene grasa. Y es que en el proceso de transformación de la leche en queso, es en el queso donde se queda toda la grasa.
Y lo mismo sucede en cuanto a las calorías. En el calostro éstas son mayores porque son necesarias para el desarrollo de los bebés; en el caso de Lebasi, la mayoría también se quedan en el queso.
Cabe mencionar que la calidad de este alimento hecho en Suiza, se debe a la alimentación de las vacas productoras de leche, las cuales son alimentadas de forma natural con pasto regado por el deshielo de los montes. El agua obtenida de esta manera contiene minerales y nutrientes que también están en la composición del lactosuero, el cual no contiene colorantes, conservadores o aditivos que puedan dañar la salud o tener algún efecto secundario.
Tanto el calostro materno como el lactosuero suizo son excelentes para la salud; sin embargo, del primero solamente podemos gozar en nuestros primeros días de vida (durante la lactancia) y del segundo podemos disfrutar en cualquier etapa de la vida, todos los días si así lo queremos.
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