Llegas a la mitad de la semana y ya te sientes decaído. El cansancio se ha ido acumulando durante los días y comienzas a sentir que ya no rindes igual que el lunes.
Debes saber que existen algunos hábitos que pueden mejorar tus niveles de energía. El primero de ellos es el ejercicio: sí, el mantenerse activo, en movimiento aumenta la energía.
Esto se debe a que al moverte generas hormonas que te hacen tener más energía; pero es importante que te ejercites dentro de tus posibilidades. No puedes pasar de no hacer completamente nada a realizar rutinas de ejercicio largas y extenuantes, porque lo más seguro es que termines abandonando. Lo mejor es que comiences de a poco y vayas incrementando paulatinamente el tiempo e intensidad del ejercicio.
Y así como es importante el movimiento, también lo es el descanso. Si existen problemas para dormir (insomnio), lo más probable es que haya fatiga; así que hay que tratar de descansar lo mejor posible. Para lograrlo, puedes cenar dos o tres horas antes de irte a la cama, no hacer ejercicio por la tarde, desconectarte de las pantallas una hora antes de irte a dormir, llevar a cabo una rutina que te ayude a prepararte a dormir…
Por supuesto, también puedes apoyarte del consumo de alimentos que le inyecten más energía a tu cuerpo y para que sepas con exactitud cuáles, te compartimos una lista de ellos.
Huevo
Son una buena fuente de proteínas, que son las responsables del funcionamiento de la musculatura y las que transportan los nutrientes por la sangre, así que resultan fundamentales para que el cuerpo se reponga tras un esfuerzo.
Y pese a que contiene grasas saturadas, su porcentaje no afecta significativamente los niveles de colesterol en sangre y se recomienda su consumo como parte de una dieta saludable y equilibrada.
Frutos secos
Ya deja las galletas de media mañana para darte más energía o calmar tu hambre… Mejor consume frutos secos que, además de ser un snack saludable y lleno de beneficios, tienen un poder saciante y te llenarán de energía.
Aportan un alto contenido de ácidos grasos esenciales para el cuerpo y proteínas que le dan fuerzas. Por cierto, son antioxidantes y tienen propiedades antinflamatorias.
Así que añade a tu dieta: almendras, anacardos, avellanas, cacahuates, castañas, nueces, nueces de Macadamia, piñones, pistachos, semillas de calabaza y semillas de girasol.
Champiñones
Es un alimento rico en vitamina D, fundamental para el organismo, cuyo déficit puede provocar fatigas (entre otros síntomas). Aunque se sabe que la mejor manera de obtener esta vitamina es por medio de los rayos solares, el consumo de determinados alimentos también ayuda a mantener sus niveles.
Además, los champiñones tienen pocas calorías y son muy sabrosos.
Plátano
El plátano aporta una buena cantidad de potasio, que ayuda a normalizar el balance de agua en el organismo y a fortalecer los músculos. El potasio desempeña un papel importante en la mayoría de las funciones vitales, y es fundamental para que el cuerpo se llene de energía. De hecho, la fatiga y el cansancio se asocian muchas veces a niveles bajos de este nutriente.
Chocolate negro
Antes de que corras por un chocolate, considera que éste debe ser lo más puro posible, nada de chocolate blanco o con leche.
Es rico en hierro, potasio, magnesio y en vitaminas A,E, B1 y B2. Ayuda a controlar la presión de la sangre y tiene propiedades antioxidantes. Por cada 100 gramos, aporta 561 kcal con lo que obtendrás la energía suficiente para rendir el resto del día.
Aguacate
Tiene nutrientes, vitaminas y minerales que promueven los niveles óptimos de grasa en la sangre y que son la fuente perfecta para que los nutrientes puedan almacenarse en el cuerpo y funcionen como energía.
