¿Por qué no se adelgaza?

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Por Mónica Franco Díaz, nutrióloga

No ponerse en manos de un especialista cuando se desea adelgazar es una de las razones más frecuentes por las que no se logra esta meta. De hecho, una dieta personalizada, con un plan de ejercicio y un seguimiento continuado de los progresos realizados por parte del médico garantizan en la mayoría de los casos que se va adelgazar.

Si no se hace así, las posibilidades de adelgazar se reducen, pues son numerosos los aspectos a tener en cuenta.

No hay que olvidar que la parte más importante de un programa de adelgazamiento es la reeducación en cuanto a hábitos saludables se refiere; de modo que la persona debe habituarse a llevar durante el resto de su vida una dieta equilibrada y la realización de ejercicio regularmente. De lo contrario, el efecto rebote está asegurado y se recuperará el peso perdido.

Los fallos de quienes quieren adelgazar sin ir al médico (con un endocrinólogo, que sería el especialista en este tema) o con un nutricionista (en el peor de los casos) pueden ser muy numerosos:

Comer poco

Esto no es suficiente, pues el cuerpo se acostumbra y se ralentiza el metabolismo para consumir el mínimo de calorías. Luego, cualquier alteración de la dieta hace que las calorías se acumulen e incluso se llegue a ganar peso.

Contar mal las calorías

Para perder peso, hay que consumir más calorías de las que se ingieren. Así de sencillo. Aunque se aporten pocas calorías con la alimentación, si no se realiza la actividad física necesaria para quemarlas (esas y más), entonces el balance continuará siendo positivo y se puede hasta ganar algo de peso. En resumen, hay que hacer ejercicio, además de seguir una dieta.

Número de comidas

Lo habitual es que comamos tres veces al día e incluso, menos. Sin embargo, todos los expertos recomiendan que se realicen al menos cinco comidas diariamente, repartiendo entre ellas los diferentes tipos de alimentos contemplados en la pirámide alimenticia.

La razón de esta recomendación es que pase poco tiempo entre una comida y otra, y no se llegue a la siguiente con demasiada hambre.

No hay alimentos prohibidos

Todos los nutrientes son necesarios, incluidas las grasas saturadas, siempre que se tomen en la proporción y cantidad recomendadas. Se puede reducir la ingesta de determinados nutrientes, pero en ningún caso eliminarlos.

Productos light o sin azúcar

Ésta es la trampa de los edulcorantes que se utilizan para sustituir el azúcar, por ejemplo, en las bebidas etiquetas como light. Estudios recientes han demostrado que estos edulcorantes generan ansiedad y hacen comer más.

No consumir alimentos de buena calidad

Es importante que sepamos elegir qué alimentos le vamos a dar a nuestro cuerpo, ya que de ahí parte el bajar o no de peso.

Existen en el mercado miles de productos, pero ninguno se iguala a la calidad y nutrición que nos puede dar Lebasi, ya que es natural y altamente nutritivo, además de que contiene proteínas que ayudan al metabolismo de la grasa, apoyando así la pérdida de peso de forma saludable.

Bebidas

La recomendación es beber sólo agua; pero si se toman otras bebidas, conviene fijarse en la cantidad de calorías que se ingiere para restarlas de los alimentos. Si esto no se hace, el balance de calorías puede romperse y transformarse en peso añadido para el cuerpo.

Dormir poco

El sueño es importante. Dormir poco o mal genera estrés y ansiedad al día siguiente, lo que puede llegar a interferir con la dieta, propiciando comer entre horas y alimentos con alto contenido calórico.

Enfermedades

Las alergias, algunas enfermedades metabólicas y alteraciones digestivas pueden favorecer el hecho de que no se pierda peso. El endocrinólogo las buscará antes de establecer un plan de adelgazamiento y podrá tratarlas convenientemente o tener en cuenta el problema.

La edad

Con el paso de los años, se empieza a perder músculo y ganar grasa. Es
una consecuencia natural del proceso de envejecimiento y en el que la práctica o ausencia de ejercicio físico tiene mucho que ver.

Sedentarismo

El ejercicio físico regular durante el plan de adelgazamiento -y también después- es fundamental. Las dietas sin ejercicio, en el mejor de los casos, acaban en un efecto rebote inmediato al concluirlas.

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