Sales de bañarte y ves el piso lleno de cabello; te peinas y el cepillo queda repleto de tu melena… quizá no le des mucha importancia, pero en alguna ocasión te llega a preocupar.
En realidad, no hay que preocuparse demasiado, porque todos pierden cabello de vez en cuando. Según los expertos, esto es algo normal: un ser humano, sea mujer u hombre, pierde al día entre 50 y 100 pelos (e incluso pueden ser un poco más, hasta 200), aunque en las mujeres es mucho más notoria la pérdida porque tienden a llevarlo más largo que el sexo opuesto.
Así que puede haber días que pierdas más cabello y otros que pierdas mucho menos, pero siempre se está cayendo… Por supuesto, así como lo perdiste, lo recuperas.
Entonces, ¿cuándo hay que preocuparse verdaderamente por la caída del cabello? Para darte cuenta de que ya es un problema, no te fijes en tu cepillo, almohada o el piso de la regadera, mejor mírate al espejo y ve fotos viejas.
Si te das cuenta de que tienes menos pelo que antes, quizá ya sea hora de ir con un médico a averiguar qué está pasando.
¿Y por qué puede que se te esté cayendo tanto el cabello?
Las causas pueden ser varias, pero las más probables son las siguientes:
Efectos secundarios por el consumo de un fármaco
Quizá estés consumiendo un medicamento que esté provocando la caída del cabello, como las anfetaminas. También los fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer tienen esto como consecuencia.
Genética o herencia
La calvicie hereditaria o alopecia androgénica es muy común entre los hombres, aunque las mujeres no están exentas, y puede ocurrir en cualquier etapa de la vida.
Síntoma de alguna enfermedad
La caída excesiva del cabello puede ser señal de que el cuerpo está enfrentando alguna enfermedad, como el lupus o un desorden en la tiroides (hipotiroidismo o hipertiroidismo).
También puede ser signo de que al cuerpo le hace falta algún nutriente como hierro, zinc o alguna proteína.
Problemas en el cuero cabelludo
Puede que tu cuero cabelludo no esté del todo sano y esto se refleja con la caída del cabello. Por ejemplo, puede que tengas una infección por algún hongo en el cuero cabelludo, lo cual provoca que se quiebre la superficie de éste y que se desprendan escamas.
O quizá estés enfrentándote a dermatitis seborreica o caspa, e incluso psoriasis. Si notas manchas rojas o escamas amarillentas y blancas en tu piel, ve con tu dermatólogo para que diagnostique lo que tienes y te dé el tratamiento correcto, pues dependiendo de la afección es lo que deberás aplicar.
Efluvio telogénico
Después de que el cuerpo ha estado sometido a un estrés intenso (como el provocado por una cirugía o una enfermedad grave), su respuesta puede ser la pérdida de cabello.
También sucede tras un cambio repentino de los niveles hormonales, por ejemplo, después del alumbramiento.
Pérdida de peso
Un adelgazamiento muy rápido o significativo podría desencadenar la caída del cabello, debido a que estás privando a tu organismo de determinados nutrientes, los cuales también afectan al cabello.
Alopecia areata
Esta es una enfermedad autoinmune que provoca que el cabello se caiga en una o más áreas pequeñas. Su causa es desconocida, aunque es muy común en personas que han sufrido enfermedades autoinmunes.
Cuidados excesivos
A veces tu cabello lo único que te quiere decir es que lo lavas demasiado o usas en él la secadora y la plancha de manera excesiva. Solo trata de reducir la utilización de aparatos que sobrecalienten el pelo.
