Por Mónica Franco Díaz
La inflamación abdominal no sólo causa malestar, sino que también puede crear otras molestias más severas, como el síndrome del intestino irritable, entre otras consecuencias. Por ello, es importante conocer tanto sus causas como su prevención.
Deglutir aire.
Comer rápido y no masticar bien los alimentos pueden causar indigestión al introducir un exceso de aire que provoca inflamación abdominal. Lo mejor es reducir la velocidad y disfrutar la comida, de esta manera te sacias antes y comes menos.
También puedes probar tomar un té de menta al final de las comidas, ya que es una bebida suave que reduce el malestar.
Alimentos procesados.
Los gastroenterólogos afirman que muchos de sus pacientes presentan un exceso de aire en el estómago, debido al exceso de alimentos endulzados y artificiales que consumen. Asimismo, estos productos tienden a ser altos en sodio y bajos en fibra, lo cual puede contribuir a aumentar la inflamación.
Al comprar alimentos enlatados, procesados o congelados, no escojas aquellos que contengan más de 500 mg de sodio por porción y prefiere los productos “bajos o libres de sodio”.
Alergias.
Las alergias o intolerancias, como al gluten o la lactosa, provocan inflamación abdominal y acumulación de gases; por ello, es necesario eliminar el consumo de aquellos alimentos que provocan estos malestares, o cuando menos, reducirlos o sustituirlos.
En el caso de los lácteos, lo que se puede hacer es elegir quesos y yogures deslactosados.
Estreñimiento.
La escasez de fibra, líquidos y actividad física puede provocar estreñimiento, que da lugar a la inflamación abdominal.
Para evitarlo, come granos enteros, frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos y semillas. Además, bebe mucho líquido y realiza 30 minutos de actividad física como mínimo, 5 veces a la semana.
Enfermedades.
Distintos padecimientos pueden incluir la inflamación abdominal como uno de sus síntomas, entre ellos: síndrome premenstrual, pancreatitis, diverticulitis, gastritis, úlcera gástrica, apendicitis, cirrosis, padecimientos cardiovasculares, tumoraciones, entre otras.
En general, la inflamación abdominal suele ser causada por una inadecuada alimentación y malos hábitos de vida, más que por una enfermedad; sin embargo, siempre es importante consultar con un especialista cuando esto se vuelve un problema recurrente o viene acompañado de otros síntomas.
