“Mi primer interés fue por mi familia, por darles nutrición a mis hijos. Aparte de darles una alimentación buena, quería complementarla con un producto cinco estrellas. Por esto, decidí comprar Lebasi”, explica Anabel, distribuidora del lactoserum suizo Lebasi.
Cuenta que su historia con este producto inició por mera casualidad, puesto que ella lo desconocía por completo, hasta que una amiga se lo recomendó. Anabel relata que cuando su amiga la invitó a tomarse un café y la vio tan radiante y delgada, no dudó en preguntarle cuál era su secreto.
“Me empezó a platicar de Lebasi, pero yo no podía creerle porque soy un poquito desconfiada. Al final, me metí a investigar a internet. Me encantó conocer cómo lo hacen y que era completamente natural; las personas que me conocen saben que yo prefiero todo lo natural, así que decidí pedirle a mi amiga el producto”.
Apenas 15 días después de haber comenzado a probarlo, la ahora distribuidora notó los cambios: se sentía con más energía, su ropa le quedaba cada vez más floja y tanto su cabello como sus uñas se veían mucho más sanos. Ya con esta buena experiencia, lo recomendó a otros, quienes también quedaron impresionados con los beneficios que el lactoserum suizo les aportaba.
De clienta a distribuidora
Sin darse cuenta, Anabel ya estaba emprendiendo su propio negocio, que ella misma define como algo que simplemente sucedió gracias a las bondades del producto: “Yo ya estaba pidiendo mi caja, y cuando me llegaba, inmediatamente las personas que estaban a mi alrededor, como veían lo bueno que era para mí, me pedían un bote, y otro, y otro… Me duraba dos días la caja completa y yo pedía más. Fue cuando dije: por qué no distribuirlo, por qué no hacer mi negocio, que va a ser muy beneficioso para todas las personas que lo necesitan”.
Y es que la empresaria menciona que más allá de ganar dinero o hacer negocio, lo que la impulsó e impulsa a distribuir Lebasi es brindarle la oportunidad a la gente de fortalecer su salud y mejorar su calidad de vida.
“Cuando las personas te exponen que su primera necesidad es la salud (porque tienen presión alta, diabetes u otra enfermedad) y lo prueban, es gratificante ver que te hablan y te dicen muchas gracias por recomendarme Lebasi. Eso es más redituable para mí que me paguen el producto, eso es lo más bonito. Inclusive en mi tienda el slogan que tenemos es ‘Cambia tu vida con Lebasi’, porque en realidad te cambia en el aspecto personal, profesional y económico”.
Prueba de ello es el padre de Anabel, quien también consume el lactoserum suizo y se ha visto beneficiado. Su padre, un hombre de 80 años, fue diagnosticado con diabetes tipo 2 desde hace 6 años, enfermedad que comenzaba a pasarle factura, pues cada día se veía más delgado y con menos musculatura.
“Decidí darle Lebasi todas las mañanas y así estuvimos un tiempo. Yo fui viendo que poco a poco fue recuperando fuerza, energía. Cuando fue y se hizo sus estudios, su glucosa estaba en 97-98; el médico le preguntaba: ¿qué estás tomando?, él le llevó el bote y le dijo que se lo siguiera tomando. Ahorita mi papá está mejor que nunca, es un viejito que anda en moto y ya hasta quiero que le escondan el Lebasi porque su energía se disparó. Esto me ha marcado, me ha dejado una satisfacción enorme. Por eso, a cada persona que tiene algún problema de salud le recomiendo Lebasi”.
Anabel también asegura que los beneficios se notan en el plano profesional y económico. Como distribuidora del producto, ella menciona que el hacer negocio con el lactoserum suizo le ha permitido tener libertad financiera, puesto que en su bolsa siempre hay dinero. Además, dice que es una gran experiencia la de no contar con jefes, no tener un horario, ser independiente y poder ir y venir a donde ella quiera.
“Sinceramente, yo empecé a vender por la necesidad que veía en las personas, lo económico llegó por sí solo. Es un negocio súper noble, porque al momento tú de invertir, inmediatamente ves la recuperación y es una recuperación bastante buena”.
Por supuesto, también le es muy gratificante el tener la oportunidad de conocer a muchísimas personas, a quienes les recomienda un producto natural, muy noble y con calidad suiza. “Todo lo que viene de Suiza tiene que ser un producto completamente probado, que realmente sirva, porque si no es así, para ellos es un desprestigio”, explica la empresaria.
Un negocio honesto y generoso
Honestidad y generosidad son las dos virtudes que Anabel considera que tiene el hacer empresa con Lebasi. La primera es porque más allá de ganar dinero, la satisfacción está en dar a conocer un alimento que verdaderamente mejora la salud; y la segunda, porque en cada caja que adquiere de lactoserum suizo, viene un bote gratis y ella decide dárselo a alguien que realmente lo necesita, pero que no cuenta con los recursos económicos suficientes para comprarlo.
Un producto natural, con calidad suiza y que de verdad nutre y ayuda a mejorar la calidad de vida. Un negocio honesto -porque se les da a las personas lo que se les ofrece-, redituable, que es tuyo y con el que puedes hacer que los demás se vean beneficiados. Por eso, Anabel se emociona al contar su experiencia con Lebasi y lo recomienda altamente:
“A las personas que quieran cambiar su calidad de vida les recomiendo que tomen Lebasi; igualmente si quieren mejorar su condición económica y tener libertad de tiempo, les recomiendo que se unan a los distribuidores Lebasi, porque estamos introduciendo a los hogares un producto de alta calidad, un producto de cinco estrellas y un producto que lo puede usar desde el más bebé de la casa hasta el tatarabuelo”, finaliza.
Si tú también quieres hacer negocio con Lebasi, comunícate al:
- Teléfono / 449 922 22 22
- WhatsApp / 449 1110325 y 449 9222222
- Página web / lebasi.com.mx
- Correo / ventasweb@lebasigroup.com
Un post muy interesante. Gracias por la ilustración. Reciba un cordial saludo.