Cómo prevenir el contagio de un resfriado o catarro

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Aunque puedes pescar un resfriado cualquier día del año, es más común que esto te suceda en invierno o en temporada de lluvias.

El resfriado común o catarro, a diferencia de la gripe, puede ser ocasionado por diferentes tipos de virus. Sus síntomas incluyen congestión, secreción nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, malestar general, dolor corporal, dolor de cabeza, fiebre, fatiga y falta de apetito.

La mayoría de las personas se recuperan por sí solas en 2 semanas; pero en el caso de que los síntomas se vuelvan graves, hay que acudir a consulta médica, especialmente si se trata de niños. Los productos de venta libre y los remedios caseros pueden ayudar a controlar los síntomas.

La forma habitual de propagarse de esta enfermedad es mediante gotas en el aire cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla. También se adquiere a través del contacto con objetos contaminados. Tocarse la nariz, ojos o boca tras este contacto o exposición favorece la infección.

Cómo prevenir el contagio

La mejor manera de prevenir un resfriado o catarro es potenciar las defensas del cuerpo, lo cual puede lograrse evitando el tabaco, el alcohol y el sobrepeso. Otras recomendaciones que puedes seguir para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir lo más que puedas el contagio son:

  • Aumenta la ingesta de vitaminas a través de frutas y verduras frescas, además de incluir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como los omega-3. También incluye en tu dieta alimentos con gran cantidad de nutrientes como lo es el lactoserum suizo Lebasi, cuyos 41 nutrientes optimizan el funcionamiento de todo el organismo.
  • Practica ejercicio físico regularmente pues favorece el buen funcionamiento del sistema inmune.
  • Duerme entre 7 y 8 horas diarias.
  • El estado de ánimo positivo y feliz es uno de los principales refuerzos para las defensas.
  • Beber agua de forma regular a lo largo del día.
  • Cuando tosas o estornudes, evita poner las manos, ya que quedarán contaminadas y serán fuente de propagación de infección. En este caso, siempre hay que cubrirse con pañuelos desechables o con el pliegue del codo.
  • Recuerda la sana distancia. Evita principalmente el contacto con las personas infectadas (besos, abrazos, saludos de mano…) y no compartas objetos con ellas.
  • Evita tocarte la cara con las manos, puesto que los microorganismos entran a través de la nariz, los ojos y la boca.
  • Es primordial realizar un lavado frecuente de manos porque, cada día, están en contacto con múltiples objetos infectados por numerosos microorganismos causantes de infecciones. Un lavado correcto de manos tiene que durar entre 40 y 60 segundos.
  • Ventila a diario las estancias al menos diez minutos, para que los microorganismos que se encuentran en suspensión en el aire de la habitación se vayan.
  • Evita los ambientes con humo de tabaco, los cambios bruscos de temperatura, así como los sitios cerrados y demasiado concurridos.
  • Limpia con cuidado superficies y objetos para ayudar a reducir la propagación de microorganismos.
  • Mantén la casa templada y con un nivel adecuado de humedad, porque los ambientes secos agravan las enfermedades respiratorias.
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