Tras una noche de fiesta en la que se te pasaron los tragos, llega la tan odiada cruda o resaca. Y sí, al día siguiente no quieres ni que te dé la luz y andas buscando la comida o bebida milagrosas que te ayuden a salir de ese estado.
Pues te tengo una recomendación para eso… el lactoserum suizo Lebasi, que es un alimento hipernutricional y que logra disminuir los malestares derivados de la resaca, porque mantiene limpio el hígado (lo cual ayuda con la metabolización del exceso de alcohol) y evita la acidez (Lebasi presenta un pH que la neutraliza).
Además, previene la descompensación ocasionada por el abuso de alcohol: lo mal que te sientes al día siguiente se debe a la pérdida excesiva de nutrientes; pero al ser repuestos con Lebasi, se evita ese malestar.
Lo mejor pasa cuando el consumo de este alimento es regular, ya que el cuerpo empieza a eliminar toxinas y disminuye el deseo de consumir alcohol, así que el beneficio es aún mayor: los efectos de la cruda bajan y las ganas de beber alcohol también, lo cual sucede paulatinamente.
¿Qué sucede cuando bebo mucho alcohol?
En pocas palabras, el exceso de alcohol en el cuerpo causa una gran pérdida de nutrientes y afecta las funciones del organismo…
Pero esto es lo que pasa más a detalle:
Tras haber consumido una buena cantidad de alcohol, comienzas a sentir debilidad, sueño; sudas mucho; te da vértigo y tienes la visión borrosa (puede que sólo presentes alguno de estos efectos, no necesariamente todos), lo que se debe a un descenso en los niveles de glucosa.
También hay un incremento en los neurotransmisores inhibitorios de GABA, lo que da como resultado una dificultad para controlar el sistema motriz: no caminas bien, no mantienes el equilibrio, hablas raro, etc.
A la par de esto, el alcohol va afectando a los neurotransmisores excitativos, conocidos como glutamatos, provocando una desaceleración fisiológica.
Y a medida que todo este descontrol se desarrolla en el cerebro, aumentan las cantidades de dopamina, lo que crea un sentimiento placentero.
Pero, obviamente, ese sentimiento placentero no dura por siempre… Cuando el hígado está trabajando y metaboliza el alcohol, produce acetaldehído, una sustancia similar al vinagre que tiene cierto efecto tóxico en el propio hígado, el cerebro y las paredes del estómago.
