Seguramente has escuchado hablar de ellos y quizá hasta hayas pensado en tomarlos alguna vez por recomendación de un amigo o familiar que los consumía. Pero has de saber que antes de iniciar a tomar suplementos alimenticios, es recomendable que consultes a un profesional de la salud para que revise si en verdad los necesitas.
Los suplementos alimenticios, según la Cofepris, “son productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, […] cuya finalidad de uso es incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente”.
Así pues, incluyen ingredientes como vitaminas, minerales, hierbas, aminoácidos y enzimas. Se comercializan en forma de tabletas, cápsulas, perlas, cápsulas de gel, polvos y líquidos.
Sabías que… el lactoserum suizo Lebasi está catalogado como un alimento, no como un suplemento. Esto se debe a que sus nutrientes son de origen, no están adicionados.
¿Para qué sirven los suplementos alimenticios?
Estos productos no sirven para tratar, curar o aliviar síntomas de alguna enfermedad (eso solo lo hacen los medicamentos. Tampoco son afrodisiacos ni sirven para bajar de peso, combatir la obesidad o sobrepeso.
Su única función es la de incrementar, complementar o suplir alguno de los nutrientes que se adquieren a través de la dieta, puesto que algunas personas no obtienen en su alimentación los nutrimentos que necesitan y por ello recurren a ellos.
También hay que tener en cuenta que los suplementos no sustituyen por completo a las comidas que son necesarias para una dieta saludable ni tampoco sustituyen a ningún tratamiento médico formal.
Por esta razón, hay que tener cuidado con aquellos productos que se venden como suplementos alimenticios y prometen ser la cura de enfermedades o síntomas. Lo más seguro es que sean un completo engaño.
¿Existen riesgos por consumirlos?
De acuerdo con la FDA, sí. Muchos suplementos contienen ingredientes activos que tienen fuertes efectos biológicos en el cuerpo. Esto podría hacerlos inseguros en algunas situaciones y afectar o complicar su salud. Algunas de esas situaciones podrían ser:
- Combinación de suplementos.
- Usar suplementos con medicamentos (ya sea con receta o de venta libre).
- Sustituir suplementos por medicamentos recetados.
- Tomar demasiado de algunos suplementos, tales como la vitamina A, vitamina D o hierro.
- Algunos suplementos también pueden tener efectos no deseados antes, durante y después de la cirugía. Por lo tanto, habrá que informar al médico de cualquier suplemento que se esté tomando.
