6 pequeños cambios que mejorarán tu alimentación

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El comer sanamente es quizá una de las metas que más personas comparten. Y es que es algo que no se consigue de la noche a la mañana, y más porque la mayoría cree que hay que hacer grandes cambios para lograrlo, aunque en realidad el generar pequeñas modificaciones en lo que comemos dará mejores resultados a la larga.

Aquí te dejamos algunos consejos para que comiences a trabajar en mejorar tu alimentación.

Come variado pero no demasiado

El secreto de una alimentación completa es no comer siempre lo mismo. Trata de consumir alimentos diferentes con más regularidad; varía el tipo de verduras, cereales, legumbres y frutas que comes.

Bájale al consumo de grasas malas

Sí, no todas las grasas son malas para el cuerpo. Las grasas buenas son las insaturadas, que se encuentran en el aceite de oliva, el aceite de girasol, los frutos secos, el aguacate, las semillas y el pescado azul (salmón, trucha, sardina), por ejemplo. Estos alimentos son los que debes de ingerir más, pero no en exceso.

Las grasas malas son las llamadas saturadas y ésas son las que hay que reducir. Entre los alimentos que las contienen están los lácteos, las carnes rojas y los embutidos.

Come muchas verduras y frutas frescas

Tal vez ésta sea la recomendación más trillada en este tema, pero es que es esencial en cuanto alimentación sana. Lo que más se sugiere es comer 5 porciones de fruta y verdura al día, aunque el consumir un número mayor a éstas no está restringido, puesto que en este caso entre más es mucho mejor.

Si de plano te cuesta mucho trabajo comer todos estos alimentos sanos, ve introduciéndolos a tu dieta gradualmente, hasta que te acostumbres a tenerlos en tu plato todos los días y a que sean parte de las botanas que consumes entre comidas.

Reduce los dulces, el azúcar y la miel

Trata de que como mucho constituyan un 5% de tu alimentación diaria. Cuando tengas de deseos de comer algún dulce, remplázalo por alguna fruta o dátil. Siempre trata de tener alimentos saludable a la mano, antes que golosinas.

Ponle menos sal a tu comida

No está mal que pongas una pizca de sal a lo que comes, el problema comienza cuando ya lo haces en exceso: ni siquiera has probado tu plato y ya estás tomando el salero de la mesa. El tener una ingesta alta de sal contribuye a desarrollar hipertensión, enfermedades renales y enfermedades del corazón.

Antes de ponerle más sal a tu platillo, mejor trata de condimentarlos con hierbas frescas o secas, como: orégano, tomillo, albahaca, cebollino, perejil… que ayudan al proceso digestivo y no tienen efectos colaterales.

Bebe mucha agua

Especialmente si tu alimentación no contiene suficientes frutas y
verduras, que son los alimentos que aportan agua, será necesario
que aumentes tu consumo de agua pura o de infusiones. Evita lo más que puedas las bebidas enlatadas y azucaradas, con gas; la cafeína; el alcohol, etcétera.

Mantenerte hidratado es importante porque no sólo te ayuda a tener una función renal adecuada, sino que también te ayuda a tener una alimentación más saludable, porque a veces el cerebro confunde el hambre con la sed, lo que puede hacer que comas en exceso.

No es necesario que cambies radicalmente tu dieta de un día para otro, ve implementando estos pasos poco a poco para que te sea más fácil acostumbrarte a comer sano.

A estas recomendaciones, puedes agregar el consumo de lactoserum suizo Lebasi, alimento natural que optimiza el funcionamiento del organismo y fortalece el sistema inmunológico. Conoce más sobre él dando click en la nota de abajo:

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