Estas son las enfermedades gastrointestinales más comunes (padecimientos que atacan al estómago y los intestinos) y se caracterizan por la producción de molestas inflamaciones. Aquí algunas recomendaciones para saber cómo prevenir la colitis y gastritis.
En general, estos padecimientos son ocasionados por bacterias, parásitos, virus y ciertos alimentos, aunque algunos medicamentos también pueden provocarlas.
La gastritis sucede cuando se inflama la mucosa del estómago. Esto puede ser ocasionado por el reflujo de bilis hacia el estómago, el estrés, consumo de alimentos irritantes, el uso de algunos medicamentos y la infección debida a la bacteria conocida como Helicobacter pylori.
Por su parte, la colitis se debe a la inflamación del intestino grueso. Entre los factores que pueden originarla están ciertas infecciones, como las provocadas por virus, parásitos o por una intoxicación alimentaria debida a bacterias, así como por la falta de flujo sanguíneo (en cuyo caso se conoce como colitis isquémica).
Consejos para prevenirlas
Es importante saber que cuando ya se presentan síntomas de alguna de las dos enfermedades, lo mejor es acudir a tiempo con el médico, pues sólo él está capacitado para indicar exactamente lo que debe hacerse en cada caso.
Y es que el tipo de tratamiento que debe seguirse se establece a partir de las causas que provocan la gastritis o colitis. Lo mismo sucede con la prevención: las causas dictan las acciones a llevar a cabo; sin embargo, hay ciertas recomendaciones generales que pueden ayudar.
Debido a que el consumo de ciertos alimentos está relacionado con el desarrollo de estos problemas gastrointestinales, los cambios en la alimentación son la base para prevenirlos y manejarlos (algo que también puede ayudar con otros padecimientos inflamatorios del sistema digestivo).
Aquí, las recomendaciones generales:
- Moderar el consumo de grasas, productos derivados de la leche, frituras y alimentos irritantes del aparato digestivo como café, tabaco, picantes, alcohol, chocolate, té y bebidas gaseosas.
- Incrementar el consumo de frutas, cereales integrales y vegetales.
- Beber mucha agua. Se recomienda tomar de 1 a 2 litros de agua diariamente.
- Aprender a identificar los alimentos que hacen daño y evitarlos.
- Añadir a la dieta lactoserum suizo Lebasi, un alimento 100% natural con 41 nutrientes, que optimiza el funcionamiento de todo el aparato digestivo.
- Reducir los niveles de ansiedad y estrés mediante técnicas de respiración o relajación, y también mediante la realización de ejercicio constante.
- Evitar el uso durante un largo tiempo de medicamentos que puedan irritar el estómago.
- No ingerir alimentos en lugares con higiene deficiente, con el fin de evitar el contagio de bacterias y parásitos perjudiciales.
- Establecer horarios de comida y respetarlos. También hay que evitar el brincarse alguna comida.
- No pasar periodos largos de ayuno.
