¿Qué puedo hacer para cuidar mi hígado?

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El hígado es el responsable de desintoxicar al organismo, es por eso que la salud y vitalidad de un individuo están determinadas, en gran medida, por el estado de salud de este órgano.

Es asombroso ver cómo el hígado sobrevive e intenta adaptarse al estilo de vida actual y a la excesiva cantidad de químicos tóxicos a los que está expuesta una persona: medicamentos, alimentos y contaminantes ambientales en general.

El hígado tiene encomendadas más de 500 tareas, de las cuales, al menos 22 son vitales para el buen funcionamiento del organismo. Por tanto, su cuidado es esencial para el mantenimiento de una buena salud, y esto se puede lograr mediante algunos cambios en el estilo de vida y alimentación.

Para que no sobrecargues a tu hígado -y todo tu cuerpo lo resienta-, te compartimos algunas recomendaciones.

Escucha a tu cuerpo

No comas si no tienes hambre. En su lugar, toma un zumo natural, una fruta, una pequeña ensalada o un vaso de agua. E igualmente, no pases hambre si tienes apetito.

Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua

El agua ayuda a limpiar el hígado y los riñones. El cuerpo necesita pequeños y frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se encogen por deshidratación y sus membranas se secan.

Pero también ten en cuenta que debes evitar grandes cantidades de líquidos durante las comidas.

Evita consumir grandes cantidades de azúcar

Especialmente de la refinada, ya que el hígado la convertirá en grasa y colesterol.

La grasa puede ser causante de la degeneración de órganos o puede ser transportada a zonas como: los muslos, glúteos y abdomen para su almacenamiento; además de que puede causar un alta en los triglicéridos de la sangre, lo cual está asociado con un incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

También evita todos los edulcorantes artificiales, ya que son tóxicos para el hígado y causan hipoglucemia y fatiga. Si necesitas comer algo dulce, come fruta fresca.

Presta atención a la buena higiene intestinal

Esto porque el hígado debe filtrar y destruir cualquier bacteria y virus que estén presentes en la comida.

Demasiados organismos dañinos, tales como la salmonera o la bacteria shigella, pueden dañarnos seriamente e incluso dañar permanentemente el hígado. Para reducir este riesgo, come alimentos que sean frescos y evita el recalentamiento regular de los alimentos.

Muchos alimentos procesados y empaquetados están llenos de conservadores, y aún así contienen organismos dañinos en estado latente.

Suma a tu dieta lactoserum suizo Lebasi

El lactoserum suizo Lebasi es un excelente depurador, ya que gracias a los 41 nutrientes que contiene, realiza una limpieza total de las toxinas que se acumulan y que provocan enfermedades a la larga. Así que es el perfecto aliado del hígado.

No comas si te sientes tenso o ansioso

Durante estos estados, la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del cuerpo, lo cual afecta el funcionamiento correcto del organismo.

Consume productos naturales

Compra productos que contengan ingredientes naturales y evita los alimentos procesados que tengan sustancias químicas artificiales tales como: conservadores, colorantes y edulcorantes artificiales.

Si consumes huevo y pollo, que sean siempre de corral.

Obtén las proteínas de diferentes fuentes, incluidas las legumbres

Una dieta de limpieza de hígado debe contener algo de pollo, pescado y huevos para proveer un estado de transición. De todas formas, hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene de las legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas.

Las alubias (tales como la alubia de soja o las habas, etc.), los guisantes, los garbanzos y las lentejas son legumbres que aportan proteínas de gran valor, ácidos grasos esenciales, fibra, hormonas vegetales, minerales y vitamina B.

Si estas demasiado ocupado para cocinar alubias, puedes comprarlas en lata, hay una gran variedad para elegir. Si las alubias enlatadas contienen demasiada sal y azúcar, acláralas con agua antes de usarlas.

También consume semillas de linaza, girasol, sésamo y calabaza, todas son fuentes de ácidos grasos esenciales, proteínas, hormonas vegetales y fibra.

Las nueces son otra opción, puesto que son muy ricas en grasas insaturadas y deberían comerse sólo frescas y crudas. Si han sido peladas y expuestas al aire durante un tiempo prolongado su aceite se habrá vuelto rancio. Compra nueces empaquetadas con fecha de caducidad o nueces con su cáscara.

Elige bien el pan y el relleno

Es importante comer solamente pan de buena calidad para la limpieza del hígado. Ve a una tienda de comida natural y compra pan que no contenga sustancias artificiales.

Si tienes el colon irritable, consume pan de harina molida, ya que tiene una textura fina y está libre de pequeños granitos.

Evita el estreñimiento

Esto lo lograrás comiendo muchas frutas frescas y vegetales, así como bebiendo agua a lo largo del día.

Si evitas el estreñimiento, evitas el crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso.

Di no a las grasas saturadas o en mal estado

Estas grasas insalubres pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un “hígado graso” similar a aquel de los consumidores de alcohol.

Durante la dieta de limpieza del hígado, es muy importante evitar la margarina y mantequilla. Si necesitas algo para extender sobre el pan utiliza aguacate fresco.

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